Inicia la simulación, se van a generar preguntas aleatorias según el simulador que hayas seleccionado.
Cada pregunta cuenta con cuatro opciones de respuesta y sólo podrás seleccionar una alternativa por pregunta o no seleccionar ninguna.
Recuerda que tienes un tiempo determinado para finalizar el intento. Cuando estes seguro haz clic en finalizar simulación.
Visualiza el puntaje obtenido, tus respuestas y la solución. Si gustas vuelve a intentarlo nuevamente.
Columna de opinión escrita por Paola Vasconi, publicada en blog de La Tercera el 21 de abril de 2011.
Día de la Tierra: un poco de historia y reflexión
1. «Este 22 de abril, como todos los años desde 1970 se celebra el Día Mundial de la Tierra. Un día especial que permite crear y ampliar la conciencia ciudadana sobre la necesidad de proteger el patrimonio ambiental mundial. Lo que un día fuera tarea de unos pocos, dedicados principalmente a la conservación, hoy se ha convertido en tarea de muchos preocupados por el entorno en que vivimos. Y es que, a propósito del cambio climático, de la destrucción del patrimonio ambiental local, nacional, regional y mundial, de innumerables episodios de contaminación y/o de conflictos ambientales locales, regionales o mundiales, cada vez más personas se están dando cuenta que de seguir con el modelo de desarrollo actual, que depreda los recursos naturales, que no se preocupa ni protege el patrimonio natural y ambiental de este maravilloso planeta llamado Tierra, se está poniendo en serio riesgo la vida de los seres humanos tal y como hoy la conocemos.
2. Todo partió en 1962 cuando el senador y activista ambiental estadounidense Gaylord Nelson, inició una cruzada para que el tema ambiental formara parte de la agenda gubernamental del presidente Kennedy. La idea fundamental del senador Nelson era llegar a tener un día destinado a la celebración, una gran manifestación popular donde las personas de todos los rincones del país pudieran expresar su preocupación por el manejo que al interior de Estados Unidos se le estaba dando a la temática ambiental. Un día en el país especialmente dedicado a la discusión nacional ambiental.
3. Esta iniciativa vio sus frutos el 22 de abril de 1970, más de veinte millones de personas se movilizaron estableciendo en distintas localidades de Estados Unidos una plataforma de difusión y discusión sobre el medio ambiente y sus principales problemas. Ese mismo año, producto de la presión social, el gobierno de Nixon creó la Agencia de Protección Medio Ambiental (EPA en sus siglas en inglés), entidad dedicada a proteger el medio ambiente y la salud pública. Paralelamente, el Congreso norteamericano promulgó el Acta del Aire Limpio (Clean Air Act) con la finalidad de establecer estándares seguros sobre la calidad del aire y las emisiones de contaminantes.
4. Desde ese 22 de abril 1970, con altos y bajos a lo largo de estas cuatro décadas, el Día de la Tierra se ha internacionalizado convirtiéndose en un momento para evaluar los problemas medioambientales del planeta, como son: la contaminación del aire, agua y suelos; la destrucción de ecosistemas; los cientos de miles de plantas y especies animales amenazadas, y el agotamiento de recursos no renovables. Pero también en un día para proponer y promover las soluciones que permitan paliar y/o eliminar los efectos negativos de las actividades humanas y las políticas que permitan reorientar el llamado desarrollo. En esto, un rol preponderante lo han jugado los movimientos y las organizaciones ambientales a lo largo del mundo, quienes con sus diversas acciones han logrado concientizar a gobiernos y a la sociedad civil sobre la magnitud de los problemas que afectan al medio ambiente a nivel mundial y la necesidad de avanzar hacia un modelo distinto de desarrollo. Un hito importante se alcanzó en 1992, cuando en Río de Janeiro se celebró la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente. De ella emanó la Carta de la Tierra, la Agenda 21, varios convenios y documentos para promover el desarrollo sostenible y el cuidado del medioambiente. Sin embargo, hasta ahora, esto no se ha traducido en una acción decidida por parte de los gobiernos en el sentido de iniciar un proceso que permita cambiar el rumbo, de manera de construir un mundo más justo, seguro, próspero y sostenible.
5. El Día de la Tierra, que empezó en 1970 como un movimiento de protesta, ha evolucionado hacia una celebración global del medio ambiente y de nuestro compromiso con su protección. La historia del Día de la Tierra refleja el crecimiento de la conciencia ambiental en el transcurso del último cuarto de siglo, y el legado del Día de la Tierra es la noción inequívoca de que el medio ambiente hoy día es preocupación de todos».
Columna de opinión de Paola Vasconi, Coordinadora Programa Medio Ambiente de
Fundación Terram, publicada en blog de La Tercera.
A partir de lo expresado en el texto, se concluye que
gracias al Día de la Tierra, los problemas ambientales en el mundo han disminuido considerablemente.
los gobiernos han cumplido los acuerdos emanados de las conferencias internacionales preocupadas del problema ambiental.
a pesar de los esfuerzos de organizaciones gubernamentales, no se ve una preocupación de los ciudadanos por el cuidado del planeta.
desde los años 60 ha crecido la preocupación de los gobiernos por firmar acuerdos para el resguardo del medioambiente.
Guía educativa: LA MACRAUQUENIA
Hace 13.000 a 9.000 años se extinguieron todos los grandes mamíferos sudamericanos (animales de más de una tonelada de peso) y también la mayoría de los mamíferos de más de 44 kilogramos. Estos son conocidos colectivamente con el nombre de megafauna y se vieron especialmente afectados en el continente americano.
No se tiene certeza del motivo de su extinción, pudieron ser factores ambientales o bien el contagio de enfermedades. Algunas teorías apuntan directamente a la influencia de los humanos, mientras otras optan por señalar una sumatoria de todas las anteriores.
LA MACRAUQUENIA EN CHILE
En Sudamérica, habitó una especie de mamífero parecido a un gran camello pero con extremidades terminadas en tres dedos y sin joroba. Antes se relacionaba evolutivamente con los camélidos, emparentándola por lo tanto con las actuales llamas y vicuñas. Estudios posteriores la han clasificado en el orden Litopterna, mamíferos ungulados hoy completamente extintos.
Entre las características que distinguían a la macrauquenia encontramos los orificios nasales ubicados en una posición posterior en el cráneo, lo que hace pensar que habría tenido una especie de trompa de manera similar a la encontrada en los tapires actuales. Esto le habría permitido a la macrauquenia ramonear en los árboles que componían su dieta. Si bien los hábitos de este animal son poco conocidos, se especula que se desplazaba en manadas compuestas de pocos individuos.
En Chile, se han encontrado sus restos que datan del PlioPleistoceno (era Cenozoica), es decir, desde 2,5 millones a 10.000 años atrás.
CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA |
Macrauchenia patachonica |
Reino: Animalia |
Clase: Mammalia |
Orden: Litopterna |
Familia: Macrauchenidae |
Subfamilia: Macrauchenidae |
Género: Macrauchenia |
Respecto de la macrauquenia, ¿cuál de los siguientes datos se presenta como una hipótesis NO comprobada?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Su presencia en el sur de Chile.
Su desplazamiento en manadas.
Su clasificación en el orden Litopterna.
Sus orificios nasales ubicados en el cráneo.
Guía educativa: LA MACRAUQUENIA
Hace 13.000 a 9.000 años se extinguieron todos los grandes mamíferos sudamericanos (animales de más de una tonelada de peso) y también la mayoría de los mamíferos de más de 44 kilogramos. Estos son conocidos colectivamente con el nombre de megafauna y se vieron especialmente afectados en el continente americano.
No se tiene certeza del motivo de su extinción, pudieron ser factores ambientales o bien el contagio de enfermedades. Algunas teorías apuntan directamente a la influencia de los humanos, mientras otras optan por señalar una sumatoria de todas las anteriores.
LA MACRAUQUENIA EN CHILE
En Sudamérica, habitó una especie de mamífero parecido a un gran camello pero con extremidades terminadas en tres dedos y sin joroba. Antes se relacionaba evolutivamente con los camélidos, emparentándola por lo tanto con las actuales llamas y vicuñas. Estudios posteriores la han clasificado en el orden Litopterna, mamíferos ungulados hoy completamente extintos.
Entre las características que distinguían a la macrauquenia encontramos los orificios nasales ubicados en una posición posterior en el cráneo, lo que hace pensar que habría tenido una especie de trompa de manera similar a la encontrada en los tapires actuales. Esto le habría permitido a la macrauquenia ramonear en los árboles que componían su dieta. Si bien los hábitos de este animal son poco conocidos, se especula que se desplazaba en manadas compuestas de pocos individuos.
En Chile, se han encontrado sus restos que datan del PlioPleistoceno (era Cenozoica), es decir, desde 2,5 millones a 10.000 años atrás.
CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA |
Macrauchenia patachonica |
Reino: Animalia |
Clase: Mammalia |
Orden: Litopterna |
Familia: Macrauchenidae |
Subfamilia: Macrauchenidae |
Género: Macrauchenia |
¿Con qué propósito se nombra a los tapires en el texto?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Para comparar hábitos de desplazamiento similares a los de la macrauquenia.
Para describir el origen evolutivo que comparten con la macrauquenia.
Para ejemplificar una característica anatómica común con la macrauquenia.
Para explicar la organización de las manadas semejantes a las de lamacrauquenia.
Guía educativa: LA MACRAUQUENIA
Hace 13.000 a 9.000 años se extinguieron todos los grandes mamíferos sudamericanos (animales de más de una tonelada de peso) y también la mayoría de los mamíferos de más de 44 kilogramos. Estos son conocidos colectivamente con el nombre de megafauna y se vieron especialmente afectados en el continente americano.
No se tiene certeza del motivo de su extinción, pudieron ser factores ambientales o bien el contagio de enfermedades. Algunas teorías apuntan directamente a la influencia de los humanos, mientras otras optan por señalar una sumatoria de todas las anteriores.
LA MACRAUQUENIA EN CHILE
En Sudamérica, habitó una especie de mamífero parecido a un gran camello pero con extremidades terminadas en tres dedos y sin joroba. Antes se relacionaba evolutivamente con los camélidos, emparentándola por lo tanto con las actuales llamas y vicuñas. Estudios posteriores la han clasificado en el orden Litopterna, mamíferos ungulados hoy completamente extintos.
Entre las características que distinguían a la macrauquenia encontramos los orificios nasales ubicados en una posición posterior en el cráneo, lo que hace pensar que habría tenido una especie de trompa de manera similar a la encontrada en los tapires actuales. Esto le habría permitido a la macrauquenia ramonear en los árboles que componían su dieta. Si bien los hábitos de este animal son poco conocidos, se especula que se desplazaba en manadas compuestas de pocos individuos.
En Chile, se han encontrado sus restos que datan del PlioPleistoceno (era Cenozoica), es decir, desde 2,5 millones a 10.000 años atrás.
CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA |
Macrauchenia patachonica |
Reino: Animalia |
Clase: Mammalia |
Orden: Litopterna |
Familia: Macrauchenidae |
Subfamilia: Macrauchenidae |
Género: Macrauchenia |
¿Qué opción representa el contenido de la sección titulada “Hallazgos de macrauquenia en Chile”?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Ubicación de restos de la macrauquenia en Chile.
Factores de extinción de la macrauquenia en Chile.
Características del hábitat de la macrauquenia en Chile.
Identificación de diversas huellas de la macrauquenia en Chile.
Artículo de divulgación científica publicado en la sección de Reportajes del periódico La Segunda por D. Pérez el 2018.
LOS MISTERIOS DE LAS BALLENAS
«Los mares ocupan tres cuartas partes del planeta, y representan el 99% del volumen habitable de vida de la Tierra. Entre los cientos de miles de especies que navegan bajo la superficie del mar están los cetáceos, colosales mamíferos que descienden de animales terrestres que volvieron al agua después de vivir millones de años en la superficie. En el mundo existen cerca de 87 especies de cetáceos y 43 de ellas –el 50%– han sido registradas en aguas chilenas. Las bajas temperaturas del océano Pacífico, producto de la corriente de origen antártico, lo transforman en una importante reserva alimentaria, un factor que explica su proliferación.
Específicamente, las ballenas están concentradas en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, en Chañaral, y en las costas de la Región de Los Lagos, Aysén, el Archipiélago de Chiloé, Magallanes e incluso en la Antártica. Ahí, científicos de Chile y el mundo se montan en pequeñas embarcaciones en las que durante dos décadas han observado a ballenas azules –el animal más grande del mundo–, jorobadas, Sei, Fin, Minke, entre las que han logrado registrar.
¿Quiénes son y cuáles son las preguntas que buscan responder?
LA LEYENDA DE LAS BLANCAS
El biólogo del Instituto de la Patagonia y la Universidad de Magallanes, Jorge Gibbons, jamás imaginó que los cetáceos que veía en la costa desde su casa en Punta Arenas cuando era un niño se convertirían en su objeto de estudio, a comienzos de los 80. “Empecé observando los delfines de Chañaral junto a Juan Capella, después viajé a Colombia a ver su trabajo con las ballenas jorobadas, volvimos a Chile para seguir buscándolas y desde entonces me sumergí completamente en este mundo, desde la biología y también desde la arqueología”, cuenta.
Si bien su foco estuvo compartido con Capella, […] su interés se ha ampliado a otras especies, como la ballena blanca y Minke, que llamaban especialmente la atención de los pueblos originarios del sur de Chile. “Los cazadores terrestres tenían un conocimiento exquisito y detallado de lo que los biólogos, a lo largo de décadas, hemos ido encontrando en el presente”, dice Gibbons. Por ejemplo, la tradición oral cuenta que el territorio norte de Tierra del Fuego era visitado ocasionalmente por una gran ballena macho, y cuando sucedía, era un gran evento para el pueblo. “Con investigadores argentinos descubrimos que hay una especie de cachalote que varaba allí regularmente. Todos eran machos. Lo que parecía un mito, era información precisa que viene de la observación”, agrega.
La evidencia arqueológica demuestra que los selk’nam conocían a los cetáceos desde siempre. Jorge se emociona con la imagen de Tanu, una representación que este pueblo hacía de la ballena Minke, utilizada en ritos y ceremonias sagradas, con líneas blancas sobre un fondo rojo, muy parecidas a los surcos que tienen estos animales en la parte inferior de sus bocas. “La antropóloga Anne Chapman grabó en los años 60 a Lola Kiepja, una chamana de Tierra del Fuego que usaba cantos para atraer cetáceos a las costas. En períodos de hambruna, la gente pedía que una ballena varara en la tierra y el representante de la comunidad emitía una recreación del canto para confundirlas y atraerlas”, explica.
Por estos días, Gibbons ocupa sus jornadas revisando unas fotografías de ballenas blancas recién llegadas de la Península Valdés, en Argentina, en una latitud similar a la isla de Chiloé. […] Lo interesante de esta investigación es que la población de estos cetáceos se extinguió en Chile debido a la caza. “En Península Valdés se recuperó, pero en la costa Perú-Chile si bien hay avistamientos, no tenemos un sitio de reproducción: los pocos que se han visto vienen desde el Atlántico. Son seres fascinantes e intelectualmente complejos. Los más viejos son capaces de aprender nuevos cantos, que son realmente difíciles. Para ellos la edad no es una limitante, pueden mantener activas sus capacidades cognitivas”, explica.
LOS MISTERIOS DE LOS CANTOS
La británica Susannah Buchan supo cuando era una niña que quería estudiar a las ballenas. Es una pasión que desarrolló en sus vacaciones en Canadá, en la casa de sus abuelos maternos. “Un lugar muy parecido al sur de Chile, con bosques y muchas ballenas”, dice la oceanógrafa, investigadora de la Universidad de Concepción y del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza).
¿Qué le llama la atención de ellas? “Fueron el primer grupo de fauna marina que llevamos al borde de la extinción, y eso me pareció muy impactante. Para mí representan todo lo que es el océano, la magnitud, la potencia, la inteligencia, el misterio”, asegura.
Sin hablar una gota de español, en 2007 Buchan llegó al sur de Chiloé para poner en práctica sus estudios, enfocados en la acústica de las ballenas. […] “Todas las especies suenan distintas, pero dentro de las azules además existen dialectos regionales de la Antártica, Pacífico norte, Nueva Zelanda, océano Índico, California. En Chile, no sabíamos lo que estaban cantando, pero descubrimos a través de la acústica que las ballenas azules acá tienen un dialecto propio, chileno, que se escucha solamente en el Pacífico tropical. Especialmente en la Patagonia, pero también en Galápagos, Juan Fernández y en Chañaral de Aceituno, en la Región de Atacama”, agrega.
Comunicarse con las ballenas, o al menos comprenderlas, es también el sueño de Sonia Español, doctora en biología marina e investigadora asociada de la Fundación Meri. Su inquietud también le apareció desde niña, cuando veía la serie Flipper en televisión. “Me encantaba ver cómo ese delfín se comunicaba con la entrenadora”, cuenta. Desde entonces, su fascinación por los delfines se fue expandiendo y hoy está dedicada a estudiar la comunicación entre ballenas. “Mi doctorado fue en vocalizaciones jorobadas, y cómo podían verse afectadas por el ruido que genera el tráfico marítimo. Por una parte, tenía que estudiar los cantos de esta especie, que nunca se había hecho, y a partir de ahí ver si existía alguna relación con el ruido de las embarcaciones”, explica. Y agrega: “Registramos jorobadas cantando en el Golfo Corcovado, que por ser una zona fría siempre se había creído que era un área de alimentación, pero al estudiar sus cantos surgen nuevas hipótesis, porque los cantos que recogimos se asocian a cortejo, a reproducción, que se supone se da en zonas calientes como Ecuador. Entonces hoy surge la pregunta de por qué están cantando de esa forma ahí”.
Es el ruido de los barcos lo que mantiene a ambas investigadoras en alerta. “El océano es un medio acústico, y en los últimos 100 años hemos inyectado fuentes de sonido ajeno a estos animales. Hoy, ellos viven como si estuvieran en una carretera donde pasan motores todo el rato, y eso produce un estrés e impide escuchar al otro”, dice Susannah Buchan».
Pérez, D. (2018, 17 de agosto). Los misterios de las ballenas. La Segunda.
https://digital.lasegunda.com/2018/08/17/V/RVSV-A-20180817-008
"La antropóloga Anne Chapman grabó en los años 60 a Lola Kiepja, una chamana de Tierra del Fuego que usaba cantos para atraer cetáceos a las costas. En períodos de hambruna, la gente pedía que una ballena varara en la tierra y el representante de la comunidad emitía una recreación del canto para confundirlas y atraerlas".
¿Cuál es la función del fragmento anterior?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Exponer la importancia de las ballenas en la comunidad selk’nam.
Afirmar que los selk´nam lograban sobrevivir gracias a las ballenas.
Ejemplificar los cantos usados por los selk’nam para atraer a las ballenas.
Explicar la implicancia de las ballenas en las ceremonias selk’nam.
Texto de divulgación ciudadana de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET) consultado en mayo de 2021.
Circulación de los ciclos
Se definen nuevos modos de transporte y se diferencian aquellos motorizados de los que no son motorizados. Dentro de los vehículos no motorizados se encuentran los “ciclos”, que son vehículos de 1 o más ruedas propulsados por las personas situadas en ellos, por ejemplo, las bicicletas, patinetas, patines, monopatines, etc. Además, asimila a los ciclos los vehículos con asistencia eléctrica con potencia máxima de 0,25 kw y que no superen los 25 km/hr.
Tal como la ley de tránsito lo establece desde su entrada en vigencia en 1985, los vehículos tienen la obligatoriedad de circular por la calzada. La nueva normativa define concretamente que los ciclos deben circular por las ciclovías (si estas existen) o a falta de estas lo harán por la pista derecha de la calzada.
Es importante mencionar que constituyen una excepción a la obligación de transitar por la pista derecha de la calzada los siguientes casos:
Cruces Peatonales
En el caso de tener que utilizar un cruce peatonal, el conductor del ciclo deberá detenerse antes del mismo y atravesarlo a velocidad reducida, respetando siempre la prioridad del peatón, a velocidad del peatón y si el flujo peatonal es muy alto deberá descender del ciclo.
Los peatones deberán cruzar las ciclovías por los lugares debidamente señalizados y no podrán permanecer ni caminar por ellas.
https://www.conaset.cl/circulacion-de-los-ciclos/
¿En cuál de los siguientes casos el ciclo puede utilizar la pista izquierda de la calzada?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Cuando se encuentre ante un cruce peatonal.
Cuando no exista bandejón central o mediana.
Cuando adelante a un vehículo motorizado.
Cuando transite por la pista de uso exclusivo de buses.
Artículo de divulgación científica publicado en la sección de Reportajes del periódico La Segunda por D. Pérez el 2018.
LOS MISTERIOS DE LAS BALLENAS
«Los mares ocupan tres cuartas partes del planeta, y representan el 99% del volumen habitable de vida de la Tierra. Entre los cientos de miles de especies que navegan bajo la superficie del mar están los cetáceos, colosales mamíferos que descienden de animales terrestres que volvieron al agua después de vivir millones de años en la superficie. En el mundo existen cerca de 87 especies de cetáceos y 43 de ellas –el 50%– han sido registradas en aguas chilenas. Las bajas temperaturas del océano Pacífico, producto de la corriente de origen antártico, lo transforman en una importante reserva alimentaria, un factor que explica su proliferación.
Específicamente, las ballenas están concentradas en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, en Chañaral, y en las costas de la Región de Los Lagos, Aysén, el Archipiélago de Chiloé, Magallanes e incluso en la Antártica. Ahí, científicos de Chile y el mundo se montan en pequeñas embarcaciones en las que durante dos décadas han observado a ballenas azules –el animal más grande del mundo–, jorobadas, Sei, Fin, Minke, entre las que han logrado registrar.
¿Quiénes son y cuáles son las preguntas que buscan responder?
LA LEYENDA DE LAS BLANCAS
El biólogo del Instituto de la Patagonia y la Universidad de Magallanes, Jorge Gibbons, jamás imaginó que los cetáceos que veía en la costa desde su casa en Punta Arenas cuando era un niño se convertirían en su objeto de estudio, a comienzos de los 80. “Empecé observando los delfines de Chañaral junto a Juan Capella, después viajé a Colombia a ver su trabajo con las ballenas jorobadas, volvimos a Chile para seguir buscándolas y desde entonces me sumergí completamente en este mundo, desde la biología y también desde la arqueología”, cuenta.
Si bien su foco estuvo compartido con Capella, […] su interés se ha ampliado a otras especies, como la ballena blanca y Minke, que llamaban especialmente la atención de los pueblos originarios del sur de Chile. “Los cazadores terrestres tenían un conocimiento exquisito y detallado de lo que los biólogos, a lo largo de décadas, hemos ido encontrando en el presente”, dice Gibbons. Por ejemplo, la tradición oral cuenta que el territorio norte de Tierra del Fuego era visitado ocasionalmente por una gran ballena macho, y cuando sucedía, era un gran evento para el pueblo. “Con investigadores argentinos descubrimos que hay una especie de cachalote que varaba allí regularmente. Todos eran machos. Lo que parecía un mito, era información precisa que viene de la observación”, agrega.
La evidencia arqueológica demuestra que los selk’nam conocían a los cetáceos desde siempre. Jorge se emociona con la imagen de Tanu, una representación que este pueblo hacía de la ballena Minke, utilizada en ritos y ceremonias sagradas, con líneas blancas sobre un fondo rojo, muy parecidas a los surcos que tienen estos animales en la parte inferior de sus bocas. “La antropóloga Anne Chapman grabó en los años 60 a Lola Kiepja, una chamana de Tierra del Fuego que usaba cantos para atraer cetáceos a las costas. En períodos de hambruna, la gente pedía que una ballena varara en la tierra y el representante de la comunidad emitía una recreación del canto para confundirlas y atraerlas”, explica.
Por estos días, Gibbons ocupa sus jornadas revisando unas fotografías de ballenas blancas recién llegadas de la Península Valdés, en Argentina, en una latitud similar a la isla de Chiloé. […] Lo interesante de esta investigación es que la población de estos cetáceos se extinguió en Chile debido a la caza. “En Península Valdés se recuperó, pero en la costa Perú-Chile si bien hay avistamientos, no tenemos un sitio de reproducción: los pocos que se han visto vienen desde el Atlántico. Son seres fascinantes e intelectualmente complejos. Los más viejos son capaces de aprender nuevos cantos, que son realmente difíciles. Para ellos la edad no es una limitante, pueden mantener activas sus capacidades cognitivas”, explica.
LOS MISTERIOS DE LOS CANTOS
La británica Susannah Buchan supo cuando era una niña que quería estudiar a las ballenas. Es una pasión que desarrolló en sus vacaciones en Canadá, en la casa de sus abuelos maternos. “Un lugar muy parecido al sur de Chile, con bosques y muchas ballenas”, dice la oceanógrafa, investigadora de la Universidad de Concepción y del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza).
¿Qué le llama la atención de ellas? “Fueron el primer grupo de fauna marina que llevamos al borde de la extinción, y eso me pareció muy impactante. Para mí representan todo lo que es el océano, la magnitud, la potencia, la inteligencia, el misterio”, asegura.
Sin hablar una gota de español, en 2007 Buchan llegó al sur de Chiloé para poner en práctica sus estudios, enfocados en la acústica de las ballenas. […] “Todas las especies suenan distintas, pero dentro de las azules además existen dialectos regionales de la Antártica, Pacífico norte, Nueva Zelanda, océano Índico, California. En Chile, no sabíamos lo que estaban cantando, pero descubrimos a través de la acústica que las ballenas azules acá tienen un dialecto propio, chileno, que se escucha solamente en el Pacífico tropical. Especialmente en la Patagonia, pero también en Galápagos, Juan Fernández y en Chañaral de Aceituno, en la Región de Atacama”, agrega.
Comunicarse con las ballenas, o al menos comprenderlas, es también el sueño de Sonia Español, doctora en biología marina e investigadora asociada de la Fundación Meri. Su inquietud también le apareció desde niña, cuando veía la serie Flipper en televisión. “Me encantaba ver cómo ese delfín se comunicaba con la entrenadora”, cuenta. Desde entonces, su fascinación por los delfines se fue expandiendo y hoy está dedicada a estudiar la comunicación entre ballenas. “Mi doctorado fue en vocalizaciones jorobadas, y cómo podían verse afectadas por el ruido que genera el tráfico marítimo. Por una parte, tenía que estudiar los cantos de esta especie, que nunca se había hecho, y a partir de ahí ver si existía alguna relación con el ruido de las embarcaciones”, explica. Y agrega: “Registramos jorobadas cantando en el Golfo Corcovado, que por ser una zona fría siempre se había creído que era un área de alimentación, pero al estudiar sus cantos surgen nuevas hipótesis, porque los cantos que recogimos se asocian a cortejo, a reproducción, que se supone se da en zonas calientes como Ecuador. Entonces hoy surge la pregunta de por qué están cantando de esa forma ahí”.
Es el ruido de los barcos lo que mantiene a ambas investigadoras en alerta. “El océano es un medio acústico, y en los últimos 100 años hemos inyectado fuentes de sonido ajeno a estos animales. Hoy, ellos viven como si estuvieran en una carretera donde pasan motores todo el rato, y eso produce un estrés e impide escuchar al otro”, dice Susannah Buchan».
Pérez, D. (2018, 17 de agosto). Los misterios de las ballenas. La Segunda.
https://digital.lasegunda.com/2018/08/17/V/RVSV-A-20180817-008
¿Qué tienen en común las investigaciones de Susannah Buchan y Sonia Español?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Ambas se enfocan únicamente en el estudio de la acústica de las ballenas.
Ambas analizan la comunicación de las ballenas de zonas tropicales.
Ambas estudian la relación entre la conducta y el canto de las ballenas.
Ambas se centran en comprender los distintos dialectos de las ballenas.
Fragmento del libro La ciencia. Su método y su filosofía de Mario Bunge, publicado en 1959.
1. «Apenas se discute ya que la ciencia es lo que distingue la cultura contemporánea de las anteriores. No solo es el fundamento de la tecnología que está dando una fisonomía inconfundible a nuestra cultura material, sino que de continuo absorbe disciplinas que otrora fueron artísticas y filosóficas: ayer, la antropología, la psicología y la economía; hoy, la sociología y la historia; mañana, quizá, la estética y la ética. Además, la concepción del mundo del hombre contemporáneo se funda, en medida creciente, sobre los resultados de la ciencia: el dato reemplaza al mito, la teoría a la fantasía, la predicción a la profecía. La cultura social y la personal se tornan, en suma, cada vez más científicas. Hace un siglo, quien ignoraba La Ilíada era tildado de ignorante. Hoy lo es, con igual justicia, quien ignora los rudimentos de la física, de la biología, de la economía y de las ciencias formales. Con razón, porque estas disciplinas nos ayudan mejor que Homero a desenvolvernos en la vida moderna; y no solo son más útiles, sino que también son intelectualmente más ricas.
2. Semejante actitud no implica desdén para con las artes y las llamadas humanidades; no significa que sea digno de admiración el especialista que permanece insensible a la belleza o que menosprecia la investigación filológica. Lo criticable es que, en el siglo de los mayores avances sociales y de la energía nuclear, se siga sosteniendo que la literatura y la crítica literaria deben seguir siendo el eje de la cultura o por lo menos la base de la formación cultural. Modernicemos el concepto de humanidades y equilibremos los diversos ingredientes de la educación, ofreciendo las posibilidades de una educación integral y actual. Si la vida no es ni debe ser puro goce, y si la cultura no es ni debe limitarse a ser comentario de textos, entonces es preciso que renovemos las ideas acerca del lugar que deben desempeñar las artes y las humanidades en la educación moderna. Sostener que el goce estético y la educación para refinarlo deben ocupar un lugar más importante que la búsqueda de la verdad, de la utilidad y del bien social, no es hoy signo de cultura refinada, sino de incultura, de egoísmo, de frivolidad propia de salones victorianos.
3. ¿Cómo es posible seguir sosteniendo que la ciencia y la filosofía de la ciencia son áridas, inhumanas o deshumanizadas, siendo por ello preciso dulcificarlas y dignificarlas mediante una dosis de las llamadas humanidades? ¿Acaso las teorías científicas y metacientíficas se encuentran en la naturaleza, para que pueda tildárselas de inhumanas? ¿No son acaso creaciones humanas, que suelen costar un esfuerzo de imaginación y de concepción mayor que la mayoría de las obras literarias y de crítica literaria? ¿Acaso las obras científicas y metacientíficas no emplean, además de elementos sensibles y del lenguaje diario, almacenes de experiencias, instrumentales conceptuales y lenguajes enormemente más ricos que los que usa el escritor? Consúltese cualquier revista científica y se advertirá cuán ardorosa —aunque controlada— es la imaginación requerida para inventar una teoría, o para hacer un cálculo aproximado, o para diseñar un instrumento. Solo cree que la ciencia es pobre en concepto y en imágenes, y que la investigación científica carece de poesía, quien tiene pobres informaciones acerca de la vida de la ciencia. Junto con la filosofía, ella constituye la más rica creación del espíritu. ¿Por qué, entonces, oponer las humanidades a las ciencias, como si estas fuesen menos humanas que aquellas, y como si no fuesen precisamente las ciencias las que alcanzan el conocimiento más profundo y adecuado del hombre? Dígase más bien que las ciencias y las llamadas humanidades no son antagónicas sino complementarias, aun reconociendo que en la época contemporánea el centro de la cultura se desplaza de las humanidades a las ciencias.
4. ¿Cómo lograr eficazmente la integración de la ciencia y de las humanidades en la enseñanza universitaria? La solución que suele ofrecerse en algunos países consiste en agregar trabajos de laboratorio al plan de estudios de las humanidades, y literatura al plan de estudios de ciencia. No debe asombrar que esta solución sumista fracase: lo que se agrega se considera materia "blanda", que se tolera y estudia a desgano, sin que deje rastros. No se logra una reorientación de los estudios universitarios y de la mentalidad de los estudiantes con el mero agregado de cursos. Si lo que se busca es una síntesis, debe ensayarse una solución integradora y no aditiva. ¿Por qué no ensayar el cultivo de una actitud filosófica en las ciencias naturales y sociales, y de una actitud científica en la filosofía y en las llamadas humanidades? No hay por qué buscar la ciencia fuera de las humanidades, cuando lo que se requiere es encararlas en forma científica; ni hay por qué buscar la filosofía fuera de la ciencia, cuando se sabe que esta posee sustancia filosófica.»
Mario Bunge. La ciencia. Su método y su filosofía (fragmento).
Según el tercer párrafo, ¿por qué una persona puede negar el valor humano de la ciencia?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Porque desconoce el aporte de la ciencia a las humanidades.
Porque ignora cómo funciona el mundo contemporáneo.
Porque tiene escasa información respecto de la ciencia.
Porque recibió una educación basada en las humanidades.
Fragmento del libro La ciencia. Su método y su filosofía de Mario Bunge, publicado en 1959.
1. «Apenas se discute ya que la ciencia es lo que distingue la cultura contemporánea de las anteriores. No solo es el fundamento de la tecnología que está dando una fisonomía inconfundible a nuestra cultura material, sino que de continuo absorbe disciplinas que otrora fueron artísticas y filosóficas: ayer, la antropología, la psicología y la economía; hoy, la sociología y la historia; mañana, quizá, la estética y la ética. Además, la concepción del mundo del hombre contemporáneo se funda, en medida creciente, sobre los resultados de la ciencia: el dato reemplaza al mito, la teoría a la fantasía, la predicción a la profecía. La cultura social y la personal se tornan, en suma, cada vez más científicas. Hace un siglo, quien ignoraba La Ilíada era tildado de ignorante. Hoy lo es, con igual justicia, quien ignora los rudimentos de la física, de la biología, de la economía y de las ciencias formales. Con razón, porque estas disciplinas nos ayudan mejor que Homero a desenvolvernos en la vida moderna; y no solo son más útiles, sino que también son intelectualmente más ricas.
2. Semejante actitud no implica desdén para con las artes y las llamadas humanidades; no significa que sea digno de admiración el especialista que permanece insensible a la belleza o que menosprecia la investigación filológica. Lo criticable es que, en el siglo de los mayores avances sociales y de la energía nuclear, se siga sosteniendo que la literatura y la crítica literaria deben seguir siendo el eje de la cultura o por lo menos la base de la formación cultural. Modernicemos el concepto de humanidades y equilibremos los diversos ingredientes de la educación, ofreciendo las posibilidades de una educación integral y actual. Si la vida no es ni debe ser puro goce, y si la cultura no es ni debe limitarse a ser comentario de textos, entonces es preciso que renovemos las ideas acerca del lugar que deben desempeñar las artes y las humanidades en la educación moderna. Sostener que el goce estético y la educación para refinarlo deben ocupar un lugar más importante que la búsqueda de la verdad, de la utilidad y del bien social, no es hoy signo de cultura refinada, sino de incultura, de egoísmo, de frivolidad propia de salones victorianos.
3. ¿Cómo es posible seguir sosteniendo que la ciencia y la filosofía de la ciencia son áridas, inhumanas o deshumanizadas, siendo por ello preciso dulcificarlas y dignificarlas mediante una dosis de las llamadas humanidades? ¿Acaso las teorías científicas y metacientíficas se encuentran en la naturaleza, para que pueda tildárselas de inhumanas? ¿No son acaso creaciones humanas, que suelen costar un esfuerzo de imaginación y de concepción mayor que la mayoría de las obras literarias y de crítica literaria? ¿Acaso las obras científicas y metacientíficas no emplean, además de elementos sensibles y del lenguaje diario, almacenes de experiencias, instrumentales conceptuales y lenguajes enormemente más ricos que los que usa el escritor? Consúltese cualquier revista científica y se advertirá cuán ardorosa —aunque controlada— es la imaginación requerida para inventar una teoría, o para hacer un cálculo aproximado, o para diseñar un instrumento. Solo cree que la ciencia es pobre en concepto y en imágenes, y que la investigación científica carece de poesía, quien tiene pobres informaciones acerca de la vida de la ciencia. Junto con la filosofía, ella constituye la más rica creación del espíritu. ¿Por qué, entonces, oponer las humanidades a las ciencias, como si estas fuesen menos humanas que aquellas, y como si no fuesen precisamente las ciencias las que alcanzan el conocimiento más profundo y adecuado del hombre? Dígase más bien que las ciencias y las llamadas humanidades no son antagónicas sino complementarias, aun reconociendo que en la época contemporánea el centro de la cultura se desplaza de las humanidades a las ciencias.
4. ¿Cómo lograr eficazmente la integración de la ciencia y de las humanidades en la enseñanza universitaria? La solución que suele ofrecerse en algunos países consiste en agregar trabajos de laboratorio al plan de estudios de las humanidades, y literatura al plan de estudios de ciencia. No debe asombrar que esta solución sumista fracase: lo que se agrega se considera materia "blanda", que se tolera y estudia a desgano, sin que deje rastros. No se logra una reorientación de los estudios universitarios y de la mentalidad de los estudiantes con el mero agregado de cursos. Si lo que se busca es una síntesis, debe ensayarse una solución integradora y no aditiva. ¿Por qué no ensayar el cultivo de una actitud filosófica en las ciencias naturales y sociales, y de una actitud científica en la filosofía y en las llamadas humanidades? No hay por qué buscar la ciencia fuera de las humanidades, cuando lo que se requiere es encararlas en forma científica; ni hay por qué buscar la filosofía fuera de la ciencia, cuando se sabe que esta posee sustancia filosófica.»
Mario Bunge. La ciencia. Su método y su filosofía (fragmento).
¿Qué propone el autor para integrar la ciencia y las humanidades en la educación universitaria?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Las disciplinas científicas y tecnológicas deben complementarse con asignaturas humanísticas.
Los planes de estudio de las universidades deben considerar las características de los estudiantes de ciencias.
Las experiencias de otros países deben ser revisadas cuidadosamente para aplicar sus logros.
Las humanidades deben cultivarse con una actitud científica y las ciencias deben buscar su sentido filosófico.
Fragmento del libro La ciencia. Su método y su filosofía de Mario Bunge, publicado en 1959.
1. «Apenas se discute ya que la ciencia es lo que distingue la cultura contemporánea de las anteriores. No solo es el fundamento de la tecnología que está dando una fisonomía inconfundible a nuestra cultura material, sino que de continuo absorbe disciplinas que otrora fueron artísticas y filosóficas: ayer, la antropología, la psicología y la economía; hoy, la sociología y la historia; mañana, quizá, la estética y la ética. Además, la concepción del mundo del hombre contemporáneo se funda, en medida creciente, sobre los resultados de la ciencia: el dato reemplaza al mito, la teoría a la fantasía, la predicción a la profecía. La cultura social y la personal se tornan, en suma, cada vez más científicas. Hace un siglo, quien ignoraba La Ilíada era tildado de ignorante. Hoy lo es, con igual justicia, quien ignora los rudimentos de la física, de la biología, de la economía y de las ciencias formales. Con razón, porque estas disciplinas nos ayudan mejor que Homero a desenvolvernos en la vida moderna; y no solo son más útiles, sino que también son intelectualmente más ricas.
2. Semejante actitud no implica desdén para con las artes y las llamadas humanidades; no significa que sea digno de admiración el especialista que permanece insensible a la belleza o que menosprecia la investigación filológica. Lo criticable es que, en el siglo de los mayores avances sociales y de la energía nuclear, se siga sosteniendo que la literatura y la crítica literaria deben seguir siendo el eje de la cultura o por lo menos la base de la formación cultural. Modernicemos el concepto de humanidades y equilibremos los diversos ingredientes de la educación, ofreciendo las posibilidades de una educación integral y actual. Si la vida no es ni debe ser puro goce, y si la cultura no es ni debe limitarse a ser comentario de textos, entonces es preciso que renovemos las ideas acerca del lugar que deben desempeñar las artes y las humanidades en la educación moderna. Sostener que el goce estético y la educación para refinarlo deben ocupar un lugar más importante que la búsqueda de la verdad, de la utilidad y del bien social, no es hoy signo de cultura refinada, sino de incultura, de egoísmo, de frivolidad propia de salones victorianos.
3. ¿Cómo es posible seguir sosteniendo que la ciencia y la filosofía de la ciencia son áridas, inhumanas o deshumanizadas, siendo por ello preciso dulcificarlas y dignificarlas mediante una dosis de las llamadas humanidades? ¿Acaso las teorías científicas y metacientíficas se encuentran en la naturaleza, para que pueda tildárselas de inhumanas? ¿No son acaso creaciones humanas, que suelen costar un esfuerzo de imaginación y de concepción mayor que la mayoría de las obras literarias y de crítica literaria? ¿Acaso las obras científicas y metacientíficas no emplean, además de elementos sensibles y del lenguaje diario, almacenes de experiencias, instrumentales conceptuales y lenguajes enormemente más ricos que los que usa el escritor? Consúltese cualquier revista científica y se advertirá cuán ardorosa —aunque controlada— es la imaginación requerida para inventar una teoría, o para hacer un cálculo aproximado, o para diseñar un instrumento. Solo cree que la ciencia es pobre en concepto y en imágenes, y que la investigación científica carece de poesía, quien tiene pobres informaciones acerca de la vida de la ciencia. Junto con la filosofía, ella constituye la más rica creación del espíritu. ¿Por qué, entonces, oponer las humanidades a las ciencias, como si estas fuesen menos humanas que aquellas, y como si no fuesen precisamente las ciencias las que alcanzan el conocimiento más profundo y adecuado del hombre? Dígase más bien que las ciencias y las llamadas humanidades no son antagónicas sino complementarias, aun reconociendo que en la época contemporánea el centro de la cultura se desplaza de las humanidades a las ciencias.
4. ¿Cómo lograr eficazmente la integración de la ciencia y de las humanidades en la enseñanza universitaria? La solución que suele ofrecerse en algunos países consiste en agregar trabajos de laboratorio al plan de estudios de las humanidades, y literatura al plan de estudios de ciencia. No debe asombrar que esta solución sumista fracase: lo que se agrega se considera materia "blanda", que se tolera y estudia a desgano, sin que deje rastros. No se logra una reorientación de los estudios universitarios y de la mentalidad de los estudiantes con el mero agregado de cursos. Si lo que se busca es una síntesis, debe ensayarse una solución integradora y no aditiva. ¿Por qué no ensayar el cultivo de una actitud filosófica en las ciencias naturales y sociales, y de una actitud científica en la filosofía y en las llamadas humanidades? No hay por qué buscar la ciencia fuera de las humanidades, cuando lo que se requiere es encararlas en forma científica; ni hay por qué buscar la filosofía fuera de la ciencia, cuando se sabe que esta posee sustancia filosófica.»
Mario Bunge. La ciencia. Su método y su filosofía (fragmento).
¿Con qué finalidad se menciona La Ilíada en el primer párrafo del fragmento leído?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Para resaltar que el conocimiento literario ha perdido importancia para la cultura de una persona en la actualidad.
Para ejemplificar cómo la literatura en el ámbito de las humanidades ha sido asimilada por la ciencia.
Para comparar la ignorancia que significaba el desconocimiento de la obra en un pasado, con la incultura que implica hoy en día no conocer de ciencia.
Para contrastar las causas por las que el conocimiento del pasado no resulta relevante para las necesidades actuales.
Guía educativa: LA MACRAUQUENIA
Hace 13.000 a 9.000 años se extinguieron todos los grandes mamíferos sudamericanos (animales de más de una tonelada de peso) y también la mayoría de los mamíferos de más de 44 kilogramos. Estos son conocidos colectivamente con el nombre de megafauna y se vieron especialmente afectados en el continente americano.
No se tiene certeza del motivo de su extinción, pudieron ser factores ambientales o bien el contagio de enfermedades. Algunas teorías apuntan directamente a la influencia de los humanos, mientras otras optan por señalar una sumatoria de todas las anteriores.
LA MACRAUQUENIA EN CHILE
En Sudamérica, habitó una especie de mamífero parecido a un gran camello pero con extremidades terminadas en tres dedos y sin joroba. Antes se relacionaba evolutivamente con los camélidos, emparentándola por lo tanto con las actuales llamas y vicuñas. Estudios posteriores la han clasificado en el orden Litopterna, mamíferos ungulados hoy completamente extintos.
Entre las características que distinguían a la macrauquenia encontramos los orificios nasales ubicados en una posición posterior en el cráneo, lo que hace pensar que habría tenido una especie de trompa de manera similar a la encontrada en los tapires actuales. Esto le habría permitido a la macrauquenia ramonear en los árboles que componían su dieta. Si bien los hábitos de este animal son poco conocidos, se especula que se desplazaba en manadas compuestas de pocos individuos.
En Chile, se han encontrado sus restos que datan del PlioPleistoceno (era Cenozoica), es decir, desde 2,5 millones a 10.000 años atrás.
CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA |
Macrauchenia patachonica |
Reino: Animalia |
Clase: Mammalia |
Orden: Litopterna |
Familia: Macrauchenidae |
Subfamilia: Macrauchenidae |
Género: Macrauchenia |
¿Qué se entiende por megafauna en el texto?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Grandes animales que en Sudamérica se extinguieron hace 9 mil años.
Mamíferos de gran tamaño que aún sobreviven en el continente americano.
Animales muy pesados que habitan el continente americano hace 9 mil años.
Varias especies de animales extintos que pesaban más de una tonelada.
Definición del problema
Un problema es todo aquello cuya solución se desconoce; ese desconocimiento puede ser para un grupo de personas o para la humanidad. Por ejemplo, el procedimiento para colocar un hombre en la Luna ya no es problema para los Estados Unidos, pero sí para el resto del mundo. La curación del sida o del cáncer son problemas de la humanidad; nadie ha resuelto estos problemas aún. La contaminación del medio ambiente sigue siendo un problema
para la humanidad, aunque se hayan planteado soluciones parciales al mismo.
Hay problemas de diversa índole: matemáticos, físicos, sociales, abiertos, cerrados, imposibles de resolver, con soluciones variadas, entre otros […].
Para encontrar la solución a un problema es necesario emplear los niveles más altos de la taxonomía del conocimiento, desde el nivel de análisis hasta el de diseño, pasando por el de evaluación. No se consideran problemas aquellos casos en los que solamente es necesario aplicar una fórmula y se conocen todos los datos. Estos son ejercicios.
Por ejemplo, no es un problema hallar el espacio recorrido por un móvil que se desplaza a una velocidad promedio de 100 km/h durante 3 horas. Pero sí puede considerarse problema salir de un laberinto, lograr reducir 30% el nivel de accidentalidad en una ciudad, construir una casa por la mitad del costo actual y en la cuarta parte del tiempo que se emplea en la mayor parte de los casos, lograr bajar el tiempo de respuesta de un computador en 50%, reducir los desperdicios de material en una empresa industrial en 60%, etcétera.
En todos estos casos existe una situación actual que se desea mejorar, pero se desconoce la manera de lograrlo: esta podría ser una definición práctica de lo que es un problema.
También se habla de situaciones problemáticas: aquellas que encierran un problema. Que se quemen continuamente los fusibles de un equipo de computación, o que dos veces al día, por lo menos, se caiga su sistema operativo, o que nunca contesten en el teléfono de la recepción de una oficina, etcétera. Reflejan situaciones problemáticas. La diferencia con el problema es que en esta todavía no se conoce cuál es el problema que la origina; solamente se perciben indicios o síntomas de que existe un problema. Hay que encontrarlo, pues si no se puede identificar no se podrá resolver.
Adicionalmente, en ingeniería (y en otras áreas del quehacer humano) se presentan situaciones u oportunidades que guardan alguna relación con los problemas: la globalización de la economía ha cambiado muchas reglas de juego en el comercio mundial, en la ingeniería de proyectos, etcétera, y hay situaciones nuevas que pueden conducir a resultados inesperados. Es necesario plantear los posibles escenarios, analizarlos y desarrollar soluciones a los problemas que puedan detectarse. Con base en lo anterior, podrían establecerse las clasificaciones que muestra el cuadro 8.1.
Cuadro 8.1 Diferentes tipos de problemas.
Situación problemática ⇒ | Hay que definir el problema subyacente. |
Oportunidad o nueva situación ⇒ | Hay que definir los problemas que se plantean. |
Problema ⇒ | Hay que hallar la solución. |
Según se ve en el cuadro 8.1, todas las situaciones planteadas conducen a la solución de un problema. En las dos primeras entradas del cuadro es necesario, inicialmente, reducir cada caso al nivel de problema, para después resolverlo. En la última entrada ya está planteado el problema cuya solución hay que encontrar.
Para resolver un problema es primordial definirlo previamente, con el objeto de que la solución corresponda exactamente al que se planteó y no a uno diferente. Aunque esto puede sonar algo peregrino, no hay que perder de vista que a veces las circunstancias que rodean una situación problemática pueden conducir al planteamiento de un problema que no corresponde al verdadero. Tomemos el caso de un automóvil que pierde potencia; el problema puede radicar en múltiples partes del mismo: inyectores obstruidos, bujías en mal estado, chispa adelantada, correa de distribución gastada, entre otras. Se pueden cambiar las bujías y lograr una mejora instantánea, pero al cabo de unos días la situación empeora. En muchas situaciones, hay notables diferencias entre el problema percibido y el real.
De lo anterior se deduce la importancia que tiene la definición correcta del problema que debe resolverse. Definir implica determinar claramente los límites de la solución; indicar precisamente lo que se espera de la solución, las limitaciones que se impondrán y los indicadores visibles que darán fe que esta se ha logrado [...].
Si los estudiantes se quejan de que deben esperar mucho tiempo para sacar una fotocopia, ¿qué haría usted? ¿Aumentar el número de fotocopiadoras? ¿Ampliar los horarios de atención? ¿Poner una línea rápida de atención? ¿Poner música de la buena para que se entretengan mientras esperan?
Si no se resuelve el problema real, la situación problemática volverá a surgir o la solución implementada resolverá de alguna manera el problema, pero a unos costos exagerados […].
Por tanto, es de gran importancia que se analice la situación con lupa, y se evalúen objetivamente las causas del problema para poder de esta manera llegar al verdadero problema, al problema real […].
Es necesario conocer la o las causas de estos síntomas. El esclarecimiento de la causalidad permite definir claramente el problema que es necesario resolver; permite conocer el problema real. Un profesor se quejaba ante sus estudiantes del ruido que hacían cuando entraban en el salón de clases; todos movían sus asientos y al hacerlo arrastraban el asiento o lo dejaban caer, produciendo mucho ruido. El profesor les pidió que plantearan soluciones al problema, pero primero sugirió que definieran cuál era el problema en realidad. Hubo múltiples respuestas. Finalmente, el profesor sugirió que si el problema era el ruido investigaran el origen físico del ruido, la forma como se produce, el fenómeno físico que hay alrededor de esta situación. Al explorar en esta dirección se dieron cuenta de que el ruido se produce cuando se genera una vibración (arrastrar los asientos, soltarlos sin cuidado). En el caso del asiento que se arrastra, para disminuir la vibración es necesario disminuir el rozamiento. Sin entrar en más detalles, se pudo constatar que el problema se podría definir de la siguiente manera: hallar el modo de disminuir el rozamiento entre las patas de las sillas y el suelo. Claro, quedan otras causas del ruido que no se incluyen en esta definición. Esto es otro problema.
Grech, P. (2013). Definición del problema. En Introducción a la ingeniería: un enfoque a través del diseño. 2a. ed. Bogotá, Colombia: Pearson.
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
¿Cuál de los siguientes casos NO corresponde a un problema según el texto?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Calcular la distancia recorrida por un automóvil.
Reducir la cantidad de accidentes en una ciudad.
Disminuir los desperdicios productivos de una industria.
Encontrar la cura para enfermedades como el sida o el cáncer.
Columna de opinión escrita por Paola Vasconi, publicada en blog de La Tercera el 21 de abril de 2011.
Día de la Tierra: un poco de historia y reflexión
1. «Este 22 de abril, como todos los años desde 1970 se celebra el Día Mundial de la Tierra. Un día especial que permite crear y ampliar la conciencia ciudadana sobre la necesidad de proteger el patrimonio ambiental mundial. Lo que un día fuera tarea de unos pocos, dedicados principalmente a la conservación, hoy se ha convertido en tarea de muchos preocupados por el entorno en que vivimos. Y es que, a propósito del cambio climático, de la destrucción del patrimonio ambiental local, nacional, regional y mundial, de innumerables episodios de contaminación y/o de conflictos ambientales locales, regionales o mundiales, cada vez más personas se están dando cuenta que de seguir con el modelo de desarrollo actual, que depreda los recursos naturales, que no se preocupa ni protege el patrimonio natural y ambiental de este maravilloso planeta llamado Tierra, se está poniendo en serio riesgo la vida de los seres humanos tal y como hoy la conocemos.
2. Todo partió en 1962 cuando el senador y activista ambiental estadounidense Gaylord Nelson, inició una cruzada para que el tema ambiental formara parte de la agenda gubernamental del presidente Kennedy. La idea fundamental del senador Nelson era llegar a tener un día destinado a la celebración, una gran manifestación popular donde las personas de todos los rincones del país pudieran expresar su preocupación por el manejo que al interior de Estados Unidos se le estaba dando a la temática ambiental. Un día en el país especialmente dedicado a la discusión nacional ambiental.
3. Esta iniciativa vio sus frutos el 22 de abril de 1970, más de veinte millones de personas se movilizaron estableciendo en distintas localidades de Estados Unidos una plataforma de difusión y discusión sobre el medio ambiente y sus principales problemas. Ese mismo año, producto de la presión social, el gobierno de Nixon creó la Agencia de Protección Medio Ambiental (EPA en sus siglas en inglés), entidad dedicada a proteger el medio ambiente y la salud pública. Paralelamente, el Congreso norteamericano promulgó el Acta del Aire Limpio (Clean Air Act) con la finalidad de establecer estándares seguros sobre la calidad del aire y las emisiones de contaminantes.
4. Desde ese 22 de abril 1970, con altos y bajos a lo largo de estas cuatro décadas, el Día de la Tierra se ha internacionalizado convirtiéndose en un momento para evaluar los problemas medioambientales del planeta, como son: la contaminación del aire, agua y suelos; la destrucción de ecosistemas; los cientos de miles de plantas y especies animales amenazadas, y el agotamiento de recursos no renovables. Pero también en un día para proponer y promover las soluciones que permitan paliar y/o eliminar los efectos negativos de las actividades humanas y las políticas que permitan reorientar el llamado desarrollo. En esto, un rol preponderante lo han jugado los movimientos y las organizaciones ambientales a lo largo del mundo, quienes con sus diversas acciones han logrado concientizar a gobiernos y a la sociedad civil sobre la magnitud de los problemas que afectan al medio ambiente a nivel mundial y la necesidad de avanzar hacia un modelo distinto de desarrollo. Un hito importante se alcanzó en 1992, cuando en Río de Janeiro se celebró la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente. De ella emanó la Carta de la Tierra, la Agenda 21, varios convenios y documentos para promover el desarrollo sostenible y el cuidado del medioambiente. Sin embargo, hasta ahora, esto no se ha traducido en una acción decidida por parte de los gobiernos en el sentido de iniciar un proceso que permita cambiar el rumbo, de manera de construir un mundo más justo, seguro, próspero y sostenible.
5. El Día de la Tierra, que empezó en 1970 como un movimiento de protesta, ha evolucionado hacia una celebración global del medio ambiente y de nuestro compromiso con su protección. La historia del Día de la Tierra refleja el crecimiento de la conciencia ambiental en el transcurso del último cuarto de siglo, y el legado del Día de la Tierra es la noción inequívoca de que el medio ambiente hoy día es preocupación de todos».
Columna de opinión de Paola Vasconi, Coordinadora Programa Medio Ambiente de
Fundación Terram, publicada en blog de La Tercera.
¿Qué se infiere de la información del segundo párrafo?
Que hasta la década de los 60 no hubo preocupación por los problemas ambientales en los gobiernos estadounidenses.
Que en Estados Unidos había muchas personas que participaban de grupos ambientalistas.
Que Gaylord Nelson era el principal representante de los ambientalistas que propagaban sus ideas en esa época.
Que antes de Estados Unidos no hubo otros países preocupados por los problemas ambientales de la Tierra.
Artículo de divulgación científica publicado en la sección de Reportajes del periódico La Segunda por D. Pérez el 2018.
LOS MISTERIOS DE LAS BALLENAS
«Los mares ocupan tres cuartas partes del planeta, y representan el 99% del volumen habitable de vida de la Tierra. Entre los cientos de miles de especies que navegan bajo la superficie del mar están los cetáceos, colosales mamíferos que descienden de animales terrestres que volvieron al agua después de vivir millones de años en la superficie. En el mundo existen cerca de 87 especies de cetáceos y 43 de ellas –el 50%– han sido registradas en aguas chilenas. Las bajas temperaturas del océano Pacífico, producto de la corriente de origen antártico, lo transforman en una importante reserva alimentaria, un factor que explica su proliferación.
Específicamente, las ballenas están concentradas en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, en Chañaral, y en las costas de la Región de Los Lagos, Aysén, el Archipiélago de Chiloé, Magallanes e incluso en la Antártica. Ahí, científicos de Chile y el mundo se montan en pequeñas embarcaciones en las que durante dos décadas han observado a ballenas azules –el animal más grande del mundo–, jorobadas, Sei, Fin, Minke, entre las que han logrado registrar.
¿Quiénes son y cuáles son las preguntas que buscan responder?
LA LEYENDA DE LAS BLANCAS
El biólogo del Instituto de la Patagonia y la Universidad de Magallanes, Jorge Gibbons, jamás imaginó que los cetáceos que veía en la costa desde su casa en Punta Arenas cuando era un niño se convertirían en su objeto de estudio, a comienzos de los 80. “Empecé observando los delfines de Chañaral junto a Juan Capella, después viajé a Colombia a ver su trabajo con las ballenas jorobadas, volvimos a Chile para seguir buscándolas y desde entonces me sumergí completamente en este mundo, desde la biología y también desde la arqueología”, cuenta.
Si bien su foco estuvo compartido con Capella, […] su interés se ha ampliado a otras especies, como la ballena blanca y Minke, que llamaban especialmente la atención de los pueblos originarios del sur de Chile. “Los cazadores terrestres tenían un conocimiento exquisito y detallado de lo que los biólogos, a lo largo de décadas, hemos ido encontrando en el presente”, dice Gibbons. Por ejemplo, la tradición oral cuenta que el territorio norte de Tierra del Fuego era visitado ocasionalmente por una gran ballena macho, y cuando sucedía, era un gran evento para el pueblo. “Con investigadores argentinos descubrimos que hay una especie de cachalote que varaba allí regularmente. Todos eran machos. Lo que parecía un mito, era información precisa que viene de la observación”, agrega.
La evidencia arqueológica demuestra que los selk’nam conocían a los cetáceos desde siempre. Jorge se emociona con la imagen de Tanu, una representación que este pueblo hacía de la ballena Minke, utilizada en ritos y ceremonias sagradas, con líneas blancas sobre un fondo rojo, muy parecidas a los surcos que tienen estos animales en la parte inferior de sus bocas. “La antropóloga Anne Chapman grabó en los años 60 a Lola Kiepja, una chamana de Tierra del Fuego que usaba cantos para atraer cetáceos a las costas. En períodos de hambruna, la gente pedía que una ballena varara en la tierra y el representante de la comunidad emitía una recreación del canto para confundirlas y atraerlas”, explica.
Por estos días, Gibbons ocupa sus jornadas revisando unas fotografías de ballenas blancas recién llegadas de la Península Valdés, en Argentina, en una latitud similar a la isla de Chiloé. […] Lo interesante de esta investigación es que la población de estos cetáceos se extinguió en Chile debido a la caza. “En Península Valdés se recuperó, pero en la costa Perú-Chile si bien hay avistamientos, no tenemos un sitio de reproducción: los pocos que se han visto vienen desde el Atlántico. Son seres fascinantes e intelectualmente complejos. Los más viejos son capaces de aprender nuevos cantos, que son realmente difíciles. Para ellos la edad no es una limitante, pueden mantener activas sus capacidades cognitivas”, explica.
LOS MISTERIOS DE LOS CANTOS
La británica Susannah Buchan supo cuando era una niña que quería estudiar a las ballenas. Es una pasión que desarrolló en sus vacaciones en Canadá, en la casa de sus abuelos maternos. “Un lugar muy parecido al sur de Chile, con bosques y muchas ballenas”, dice la oceanógrafa, investigadora de la Universidad de Concepción y del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza).
¿Qué le llama la atención de ellas? “Fueron el primer grupo de fauna marina que llevamos al borde de la extinción, y eso me pareció muy impactante. Para mí representan todo lo que es el océano, la magnitud, la potencia, la inteligencia, el misterio”, asegura.
Sin hablar una gota de español, en 2007 Buchan llegó al sur de Chiloé para poner en práctica sus estudios, enfocados en la acústica de las ballenas. […] “Todas las especies suenan distintas, pero dentro de las azules además existen dialectos regionales de la Antártica, Pacífico norte, Nueva Zelanda, océano Índico, California. En Chile, no sabíamos lo que estaban cantando, pero descubrimos a través de la acústica que las ballenas azules acá tienen un dialecto propio, chileno, que se escucha solamente en el Pacífico tropical. Especialmente en la Patagonia, pero también en Galápagos, Juan Fernández y en Chañaral de Aceituno, en la Región de Atacama”, agrega.
Comunicarse con las ballenas, o al menos comprenderlas, es también el sueño de Sonia Español, doctora en biología marina e investigadora asociada de la Fundación Meri. Su inquietud también le apareció desde niña, cuando veía la serie Flipper en televisión. “Me encantaba ver cómo ese delfín se comunicaba con la entrenadora”, cuenta. Desde entonces, su fascinación por los delfines se fue expandiendo y hoy está dedicada a estudiar la comunicación entre ballenas. “Mi doctorado fue en vocalizaciones jorobadas, y cómo podían verse afectadas por el ruido que genera el tráfico marítimo. Por una parte, tenía que estudiar los cantos de esta especie, que nunca se había hecho, y a partir de ahí ver si existía alguna relación con el ruido de las embarcaciones”, explica. Y agrega: “Registramos jorobadas cantando en el Golfo Corcovado, que por ser una zona fría siempre se había creído que era un área de alimentación, pero al estudiar sus cantos surgen nuevas hipótesis, porque los cantos que recogimos se asocian a cortejo, a reproducción, que se supone se da en zonas calientes como Ecuador. Entonces hoy surge la pregunta de por qué están cantando de esa forma ahí”.
Es el ruido de los barcos lo que mantiene a ambas investigadoras en alerta. “El océano es un medio acústico, y en los últimos 100 años hemos inyectado fuentes de sonido ajeno a estos animales. Hoy, ellos viven como si estuvieran en una carretera donde pasan motores todo el rato, y eso produce un estrés e impide escuchar al otro”, dice Susannah Buchan».
Pérez, D. (2018, 17 de agosto). Los misterios de las ballenas. La Segunda.
https://digital.lasegunda.com/2018/08/17/V/RVSV-A-20180817-008
¿Qué se concluye sobre las ballenas en la cultura selk’nam?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Que tenían gran importancia arqueológica y cultural desde siempre.
Que sus cantos solo podían ser interpretados por medio de las chamanas.
Que estas eran consideradas como su trascendental objeto de estudio.
Que estas representaban una parte importante de sus rituales y creencias.
Artículo escrito por Josefina Strahovsky, publicado en revistamujer.cl el 7 de agosto del 2016.
La nueva vida lenta
1. «Vivir sin champú, reutilizando cada ingrediente del refrigerador o simplemente no comprando ninguna prenda nueva. Una cada vez más popular perspectiva se está apoderando del movimiento slow (lento), llevando a más personas a vivir una vida consciente donde más que ‘reciclar’ se apuesta a vivir sin generar residuos. ¿Se puede? Según los convencidos, no es tan difícil como parece.
2. Que nada se pierde, todo se transforma. Lamentablemente este principio ―uno de los conceptos clave de la Ley de la Conservación de la Materia― parece no aplicar en la actual sociedad de consumo. Hoy todo lo que se produce y utiliza tiene un destino cuyo impacto muchos deciden ignorar, pero que definitivamente está generando innegables consecuencias negativas tanto en el medioambiente como en la calidad de vida. Y nada se transforma si es que no hay alguien que se haga cargo. Esa es la premisa detrás de los cada vez más masivos movimientos sociales de personas que deciden hacerse responsables del destino no solo de los productos que consumen, sino también de las decisiones alimentarias que toman, asumiendo que pequeñas acciones sí pueden hacer una diferencia y aminorar las consecuencias que tiene el actual estilo de vida hiperconsumista. “El consumo responsable nos obliga a tomar responsabilidades individuales y colectivas. Las posibilidades que tenemos como sociedad sobre las decisiones que tomamos como consumidores son muy relevantes; al mirar nuestro contexto medioambiental y social podemos darnos cuenta de que somos capaces de generar un doble impacto”, asegura la sicóloga y especialista en antropología alimentaria Alejandra Naranjo.
3. Aunque tienen múltiples apellidos: slow, consciente, minimalista, etc., estos movimientos comparten como denominador común el deseo de bajarse del carro del consumismo sin reflexión y vivir una vida más conectada con el futuro del planeta. Bajo los principios de cooperación, respeto, sustentabilidad y gratitud ofrecen devolver a la sociedad un balance más natural y en sincronía con el medioambiente. “El movimiento slow llama por distintas vías a detenerse. Mirar los objetos, entender su historia y darse cuenta de que para producir un alimento o una prenda se necesitan recursos que son limitados y que hoy se están gastando indiscriminadamente”, asegura la sicóloga Pilar Navarro, voluntaria en el movimiento ciudadano DiscoSopa, que busca generar conciencia sobre el alarmante desperdicio de alimentos.
Un pequeñísimo basurero
4. Aunque asegura que el proceso fue lento, el resultado no deja de ser impresionante. La bloguera estadounidense Lauren Singer guarda la basura que ha producido, durante 4 años, en un jarro mediano. Cuando el promedio de generación de basura de un chileno promedio es de 1 kilo al día su hazaña parece aún más increíble. “No fue tan difícil como lo pensé. Partí con lo básico: dejé las bolsas plásticas, las bombillas, los cubiertos desechables… y de ahí seguí con los envoltorios. Fue una serie de pequeños cambios que me permitieron generar cada vez menos basura hasta llegar al punto en que estoy hoy, donde prácticamente no produzco residuos y, claro, no consumo ningún producto que los contenga”, asegura al teléfono desde su departamento en Nueva York.
5. Algo que aplica en sus productos de belleza, los que fabrica con sus manos y solo con ingredientes naturales; también en su clóset, donde toda la ropa es de segunda mano, y en su cartera, donde siempre lleva cubiertos, una taza y, si sabe que tendrá que comer al paso, un jarro de vidrio con su comida. Ella es parte de un movimiento que también se conoce como ‘minimalista’ o ‘zero waste’6, y que ya no ve en el reciclaje una solución para generar una sociedad menos contaminada, sino que apuesta por generar la menor (o ninguna) cantidad de residuos para cambiar la situación desde su base.
Nada se pierde, todo se mastica
6. En la cocina el movimiento slow tiene diferentes manifestaciones. Pero los principios que la sustentan son dos: disfrutar y aprovechar, y van de la mano, como asegura la directora de RecuperaLab, Alejandra Naranjo: “para nosotros la recuperación no solo es reaprovechar alimentos que están a punto de irse a la basura, sino también recuperar lo colectivo de reunirse en una mesa. Que comer no sea un trámite. Eso permite apreciar más los ingredientes y relacionarse de manera distinta con los alimentos”. Ese vínculo, explica, nos obliga como consumidores a asumir la responsabilidad que nos corresponde en la cadena alimentaria. “Porque en el trabajo de concientizar y educar para co-crear soluciones que realizamos en RecuperaLab nos hemos dado cuenta de que se pierde comida en todo ámbito: desde el productor hasta los restaurantes”, agrega.
7. En esa misma cruzada está Pilar Navarro, desde el movimiento DiscoSopa. “Para nosotros el movimiento de slow life7 o slow food8 tiene que ver con darse el tiempo de parar y ver las cosas en su amplitud. Nos obliga a mirar esta comida que antes creíamos que era basura, pero que no lo es”, explica. Para crear esa conciencia realiza eventos ciudadanos abiertos, que invitan a utilizar ingredientes que otros han desechado, pero que son perfectamente aprovechables y deliciosos.
8. Desde la vereda de los cocineros, Nico Decarli, de la plataforma Simple y Vivo, adhiere también a las ideas base de la cocina slow. “Para mí significa la comida hecha en casa, con dedicación, intención y goce. Se respeta el medioambiente y se aprecia el alimento, su origen y calidad. Olvidar las distracciones como la televisión o el trabajo, disfrutar de la compañía y un entorno en armonía. Yo aporto enseñando y creando conciencia sobre este estilo de vida a través de las clases de cocina con Simple y Vivo, buscando y utilizando alimentos que respeten el medioambiente, rescatando lo que desperdicia el mercado, innovando y compartiendo en la cocina”, asegura.»
Josefina Strahovsky, La nueva vida lenta, extraído de
http://www.revistamujer.cl/2016/08/07/01/contenido/la-nueva-vida-lenta.shtml/
6 Cero basura.
7 Vida lenta.
8 Alimentación lenta.
A partir del sexto párrafo, ¿a qué se refiere la expresión “Que comer no sea un trámite”?
Que comer debe ser una actividad
de recuperación de alimentos a punto de descomponerse para reutilizarlos en nuevas comidas.
para motivar a los consumidores a tomar conciencia respecto del origen de los alimentos y de la forma de aprovecharlos.
para conocer el origen de los ingredientes que se consumen y de las tradiciones asociadas a su consumo.
en la que se eduque en temas medioambientales y sobre el aprovechamiento de los limitados recursos naturales.
Guía educativa: LA MACRAUQUENIA
Hace 13.000 a 9.000 años se extinguieron todos los grandes mamíferos sudamericanos (animales de más de una tonelada de peso) y también la mayoría de los mamíferos de más de 44 kilogramos. Estos son conocidos colectivamente con el nombre de megafauna y se vieron especialmente afectados en el continente americano.
No se tiene certeza del motivo de su extinción, pudieron ser factores ambientales o bien el contagio de enfermedades. Algunas teorías apuntan directamente a la influencia de los humanos, mientras otras optan por señalar una sumatoria de todas las anteriores.
LA MACRAUQUENIA EN CHILE
En Sudamérica, habitó una especie de mamífero parecido a un gran camello pero con extremidades terminadas en tres dedos y sin joroba. Antes se relacionaba evolutivamente con los camélidos, emparentándola por lo tanto con las actuales llamas y vicuñas. Estudios posteriores la han clasificado en el orden Litopterna, mamíferos ungulados hoy completamente extintos.
Entre las características que distinguían a la macrauquenia encontramos los orificios nasales ubicados en una posición posterior en el cráneo, lo que hace pensar que habría tenido una especie de trompa de manera similar a la encontrada en los tapires actuales. Esto le habría permitido a la macrauquenia ramonear en los árboles que componían su dieta. Si bien los hábitos de este animal son poco conocidos, se especula que se desplazaba en manadas compuestas de pocos individuos.
En Chile, se han encontrado sus restos que datan del PlioPleistoceno (era Cenozoica), es decir, desde 2,5 millones a 10.000 años atrás.
CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA |
Macrauchenia patachonica |
Reino: Animalia |
Clase: Mammalia |
Orden: Litopterna |
Familia: Macrauchenidae |
Subfamilia: Macrauchenidae |
Género: Macrauchenia |
¿Cuál es la función de las figuras humanas que aparecen en la sección titulada “Anatomía de la macrauquenia”?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Comparar la anatomía humana con la de la macrauquenia.
Contrastar la estatura de los seres humanos con la de la macrauquenia.
Ejemplificar la reacción de seres humanos al visualizar una macrauquenia.
Distinguir los grados de evolución de la especie humana y de la macrauquenia.
Artículo de divulgación científica publicado en la sección de Reportajes del periódico La Segunda por D. Pérez el 2018.
LOS MISTERIOS DE LAS BALLENAS
«Los mares ocupan tres cuartas partes del planeta, y representan el 99% del volumen habitable de vida de la Tierra. Entre los cientos de miles de especies que navegan bajo la superficie del mar están los cetáceos, colosales mamíferos que descienden de animales terrestres que volvieron al agua después de vivir millones de años en la superficie. En el mundo existen cerca de 87 especies de cetáceos y 43 de ellas –el 50%– han sido registradas en aguas chilenas. Las bajas temperaturas del océano Pacífico, producto de la corriente de origen antártico, lo transforman en una importante reserva alimentaria, un factor que explica su proliferación.
Específicamente, las ballenas están concentradas en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, en Chañaral, y en las costas de la Región de Los Lagos, Aysén, el Archipiélago de Chiloé, Magallanes e incluso en la Antártica. Ahí, científicos de Chile y el mundo se montan en pequeñas embarcaciones en las que durante dos décadas han observado a ballenas azules –el animal más grande del mundo–, jorobadas, Sei, Fin, Minke, entre las que han logrado registrar.
¿Quiénes son y cuáles son las preguntas que buscan responder?
LA LEYENDA DE LAS BLANCAS
El biólogo del Instituto de la Patagonia y la Universidad de Magallanes, Jorge Gibbons, jamás imaginó que los cetáceos que veía en la costa desde su casa en Punta Arenas cuando era un niño se convertirían en su objeto de estudio, a comienzos de los 80. “Empecé observando los delfines de Chañaral junto a Juan Capella, después viajé a Colombia a ver su trabajo con las ballenas jorobadas, volvimos a Chile para seguir buscándolas y desde entonces me sumergí completamente en este mundo, desde la biología y también desde la arqueología”, cuenta.
Si bien su foco estuvo compartido con Capella, […] su interés se ha ampliado a otras especies, como la ballena blanca y Minke, que llamaban especialmente la atención de los pueblos originarios del sur de Chile. “Los cazadores terrestres tenían un conocimiento exquisito y detallado de lo que los biólogos, a lo largo de décadas, hemos ido encontrando en el presente”, dice Gibbons. Por ejemplo, la tradición oral cuenta que el territorio norte de Tierra del Fuego era visitado ocasionalmente por una gran ballena macho, y cuando sucedía, era un gran evento para el pueblo. “Con investigadores argentinos descubrimos que hay una especie de cachalote que varaba allí regularmente. Todos eran machos. Lo que parecía un mito, era información precisa que viene de la observación”, agrega.
La evidencia arqueológica demuestra que los selk’nam conocían a los cetáceos desde siempre. Jorge se emociona con la imagen de Tanu, una representación que este pueblo hacía de la ballena Minke, utilizada en ritos y ceremonias sagradas, con líneas blancas sobre un fondo rojo, muy parecidas a los surcos que tienen estos animales en la parte inferior de sus bocas. “La antropóloga Anne Chapman grabó en los años 60 a Lola Kiepja, una chamana de Tierra del Fuego que usaba cantos para atraer cetáceos a las costas. En períodos de hambruna, la gente pedía que una ballena varara en la tierra y el representante de la comunidad emitía una recreación del canto para confundirlas y atraerlas”, explica.
Por estos días, Gibbons ocupa sus jornadas revisando unas fotografías de ballenas blancas recién llegadas de la Península Valdés, en Argentina, en una latitud similar a la isla de Chiloé. […] Lo interesante de esta investigación es que la población de estos cetáceos se extinguió en Chile debido a la caza. “En Península Valdés se recuperó, pero en la costa Perú-Chile si bien hay avistamientos, no tenemos un sitio de reproducción: los pocos que se han visto vienen desde el Atlántico. Son seres fascinantes e intelectualmente complejos. Los más viejos son capaces de aprender nuevos cantos, que son realmente difíciles. Para ellos la edad no es una limitante, pueden mantener activas sus capacidades cognitivas”, explica.
LOS MISTERIOS DE LOS CANTOS
La británica Susannah Buchan supo cuando era una niña que quería estudiar a las ballenas. Es una pasión que desarrolló en sus vacaciones en Canadá, en la casa de sus abuelos maternos. “Un lugar muy parecido al sur de Chile, con bosques y muchas ballenas”, dice la oceanógrafa, investigadora de la Universidad de Concepción y del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza).
¿Qué le llama la atención de ellas? “Fueron el primer grupo de fauna marina que llevamos al borde de la extinción, y eso me pareció muy impactante. Para mí representan todo lo que es el océano, la magnitud, la potencia, la inteligencia, el misterio”, asegura.
Sin hablar una gota de español, en 2007 Buchan llegó al sur de Chiloé para poner en práctica sus estudios, enfocados en la acústica de las ballenas. […] “Todas las especies suenan distintas, pero dentro de las azules además existen dialectos regionales de la Antártica, Pacífico norte, Nueva Zelanda, océano Índico, California. En Chile, no sabíamos lo que estaban cantando, pero descubrimos a través de la acústica que las ballenas azules acá tienen un dialecto propio, chileno, que se escucha solamente en el Pacífico tropical. Especialmente en la Patagonia, pero también en Galápagos, Juan Fernández y en Chañaral de Aceituno, en la Región de Atacama”, agrega.
Comunicarse con las ballenas, o al menos comprenderlas, es también el sueño de Sonia Español, doctora en biología marina e investigadora asociada de la Fundación Meri. Su inquietud también le apareció desde niña, cuando veía la serie Flipper en televisión. “Me encantaba ver cómo ese delfín se comunicaba con la entrenadora”, cuenta. Desde entonces, su fascinación por los delfines se fue expandiendo y hoy está dedicada a estudiar la comunicación entre ballenas. “Mi doctorado fue en vocalizaciones jorobadas, y cómo podían verse afectadas por el ruido que genera el tráfico marítimo. Por una parte, tenía que estudiar los cantos de esta especie, que nunca se había hecho, y a partir de ahí ver si existía alguna relación con el ruido de las embarcaciones”, explica. Y agrega: “Registramos jorobadas cantando en el Golfo Corcovado, que por ser una zona fría siempre se había creído que era un área de alimentación, pero al estudiar sus cantos surgen nuevas hipótesis, porque los cantos que recogimos se asocian a cortejo, a reproducción, que se supone se da en zonas calientes como Ecuador. Entonces hoy surge la pregunta de por qué están cantando de esa forma ahí”.
Es el ruido de los barcos lo que mantiene a ambas investigadoras en alerta. “El océano es un medio acústico, y en los últimos 100 años hemos inyectado fuentes de sonido ajeno a estos animales. Hoy, ellos viven como si estuvieran en una carretera donde pasan motores todo el rato, y eso produce un estrés e impide escuchar al otro”, dice Susannah Buchan».
Pérez, D. (2018, 17 de agosto). Los misterios de las ballenas. La Segunda.
https://digital.lasegunda.com/2018/08/17/V/RVSV-A-20180817-008
¿Por qué Susannah Buchan se interesó en el estudio de las ballenas?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Porque están en peligro de extinción.
Porque simbolizan la gran dimensión del océano.
Porque simbolizan la gran dimensión del océano.
Porque son una de las especies más inteligentes del planeta.
Texto de divulgación ciudadana de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET) consultado en mayo de 2021.
Circulación de los ciclos
Se definen nuevos modos de transporte y se diferencian aquellos motorizados de los que no son motorizados. Dentro de los vehículos no motorizados se encuentran los “ciclos”, que son vehículos de 1 o más ruedas propulsados por las personas situadas en ellos, por ejemplo, las bicicletas, patinetas, patines, monopatines, etc. Además, asimila a los ciclos los vehículos con asistencia eléctrica con potencia máxima de 0,25 kw y que no superen los 25 km/hr.
Tal como la ley de tránsito lo establece desde su entrada en vigencia en 1985, los vehículos tienen la obligatoriedad de circular por la calzada. La nueva normativa define concretamente que los ciclos deben circular por las ciclovías (si estas existen) o a falta de estas lo harán por la pista derecha de la calzada.
Es importante mencionar que constituyen una excepción a la obligación de transitar por la pista derecha de la calzada los siguientes casos:
Cruces Peatonales
En el caso de tener que utilizar un cruce peatonal, el conductor del ciclo deberá detenerse antes del mismo y atravesarlo a velocidad reducida, respetando siempre la prioridad del peatón, a velocidad del peatón y si el flujo peatonal es muy alto deberá descender del ciclo.
Los peatones deberán cruzar las ciclovías por los lugares debidamente señalizados y no podrán permanecer ni caminar por ellas.
https://www.conaset.cl/circulacion-de-los-ciclos/
De acuerdo con el texto, ¿qué son los ciclos?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Un tipo de medio de transporte propulsado por su conductor.
Un tipo de vehículo motorizado para un solo pasajero.
Un tipo de automóvil eléctrico de una o más ruedas.
Un tipo de carro no motorizado que supera 25 km/hr.
Fragmento de un cuento escrito por Julio Cortázar, publicado en 1947.
Casa tomada
1. «Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.
2. Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos al mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegábamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos. Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por nuestros bisabuelos en nuestra casa. Nos moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.
3. Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto […] tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba; era gracioso ver en la canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas horas. Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina.
4. Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia. Me pregunto qué hubiera hecho Irene sin el tejido. Uno puede releer un libro, pero cuando un pullover1 está terminado no se puede repetirlo sin escándalo. Un día encontré el cajón de abajo de la cómoda de alcanfor2 lleno de pañoletas blancas, verdes, lila. Estaban con naftalina, apiladas como en una mercería3; no tuve valor para preguntarle a Irene que pensaba hacer con ellas. No necesitábamos ganarnos la vida, todos los meses llegaba plata de los campos y el dinero aumentaba. Pero a Irene solamente la entretenía el tejido, mostraba una destreza maravillosa y a mí se me iban las horas viéndole las manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos canastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era hermoso.
5. Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor, una sala con gobelinos4, la biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte más retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña. Solamente un pasillo con su maciza puerta de roble aislaba esa parte del ala delantera donde había un baño, la cocina, nuestros dormitorios y el living central, al cual comunicaban los dormitorios y el pasillo. Se entraba a la casa por un zaguán con mayólica, y la puerta cancel5 daba al living. De manera que uno entraba por el zaguán, abría la cancel y pasaba al living; tenía a los lados las puertas de nuestros dormitorios, y al frente el pasillo que conducía a la parte más retirada; avanzando por el pasillo se franqueaba la puerta de roble y más allá empezaba el otro lado de la casa, o bien se podía girar a la izquierda justamente antes de la puerta y seguir por un pasillo más estrecho que llevaba a la cocina y al baño. Cuando la puerta estaba abierta advertía uno que la casa era muy grande; si no, daba la impresión de un departamento de los que se edifican ahora, apenas para moverse; Irene y yo vivíamos siempre en esta parte de la casa, casi nunca íbamos más allá de la puerta de roble, salvo para hacer la limpieza, pues es increíble cómo se junta tierra en los muebles. Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y no a otra cosa. Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una ráfaga se palpa el polvo en los mármoles de las consolas y entre los rombos de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero, vuela y se suspende en el aire, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los pianos».
Julio Cortázar, Casa tomada (fragmento).
1 Suéter con el cuello redondo que se mete por la cabeza.
2 Árbol de la familia de las lauráceas, de 15 a 20 m de altura, de madera muy compacta. Originario de Japón, China y otros países de Oriente.
3 Mercería: Trato y comercio de cosas menudas y de poco valor o entidad, como alfileres, botones, cintas, etc./ Tienda de artículos de mercería
4 Tapiz tejido en el que se representan paisajes.
5 Puerta ubicada tras la de entrada a la casa, que la separa del pasillo o habitaciones.
“Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos…”
En el segmento anterior, ¿para qué se utiliza la información que está entre paréntesis?
Para
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
demostrar que la casa conserva amplios espacios y tiene una antigua tradición arquitectónica.
señalar una desventaja de los materiales de la casa en que viven.
privilegiar el valor emocional de la casa sobre el valor económico de la misma.
manifestar su oposición a la construcción en serie de viviendas.
Fragmento de un cuento escrito por Julio Cortázar, publicado en 1947.
Casa tomada
1. «Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.
2. Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las últimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos al mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegábamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos. Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por nuestros bisabuelos en nuestra casa. Nos moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.
3. Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto […] tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba; era gracioso ver en la canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas horas. Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina.
4. Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia. Me pregunto qué hubiera hecho Irene sin el tejido. Uno puede releer un libro, pero cuando un pullover1 está terminado no se puede repetirlo sin escándalo. Un día encontré el cajón de abajo de la cómoda de alcanfor2 lleno de pañoletas blancas, verdes, lila. Estaban con naftalina, apiladas como en una mercería3; no tuve valor para preguntarle a Irene que pensaba hacer con ellas. No necesitábamos ganarnos la vida, todos los meses llegaba plata de los campos y el dinero aumentaba. Pero a Irene solamente la entretenía el tejido, mostraba una destreza maravillosa y a mí se me iban las horas viéndole las manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos canastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era hermoso.
5. Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor, una sala con gobelinos4, la biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte más retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña. Solamente un pasillo con su maciza puerta de roble aislaba esa parte del ala delantera donde había un baño, la cocina, nuestros dormitorios y el living central, al cual comunicaban los dormitorios y el pasillo. Se entraba a la casa por un zaguán con mayólica, y la puerta cancel5 daba al living. De manera que uno entraba por el zaguán, abría la cancel y pasaba al living; tenía a los lados las puertas de nuestros dormitorios, y al frente el pasillo que conducía a la parte más retirada; avanzando por el pasillo se franqueaba la puerta de roble y más allá empezaba el otro lado de la casa, o bien se podía girar a la izquierda justamente antes de la puerta y seguir por un pasillo más estrecho que llevaba a la cocina y al baño. Cuando la puerta estaba abierta advertía uno que la casa era muy grande; si no, daba la impresión de un departamento de los que se edifican ahora, apenas para moverse; Irene y yo vivíamos siempre en esta parte de la casa, casi nunca íbamos más allá de la puerta de roble, salvo para hacer la limpieza, pues es increíble cómo se junta tierra en los muebles. Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y no a otra cosa. Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una ráfaga se palpa el polvo en los mármoles de las consolas y entre los rombos de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero, vuela y se suspende en el aire, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los pianos».
Julio Cortázar, Casa tomada (fragmento).
1 Suéter con el cuello redondo que se mete por la cabeza.
2 Árbol de la familia de las lauráceas, de 15 a 20 m de altura, de madera muy compacta. Originario de Japón, China y otros países de Oriente.
3 Mercería: Trato y comercio de cosas menudas y de poco valor o entidad, como alfileres, botones, cintas, etc./ Tienda de artículos de mercería
4 Tapiz tejido en el que se representan paisajes.
5 Puerta ubicada tras la de entrada a la casa, que la separa del pasillo o habitaciones.
A partir del relato del narrador, ¿qué simboliza la casa en el relato?
DEMRE / Universidad de Chile (2021). Modelo de Prueba de Comprensión Lectora.
Desarraigo
Tristeza
Desapego
Soledad
Aún no hay resultados, ¡inténtalo tú!